No son pocas las personas que a menudo sufren una degeneración del cartílago que sirve de unión entre los huesos de la articulación, produciendo molestias en el movimiento de la cadera, rodillas y tobillos principalmente, ya que al desaparecer el cartílago, las superficies de los huesos entran en contacto y se destruyen rápidamente, generando ese dolor molesto e incapacitante.

La causa de la degradación del cartílago protector es tanto por sobreuso como por falta de uso, y se va acentuando con la edad

La solución a este problema, que impide ciertos movimientos de la vida diaria y la práctica deportiva, pasa por una adecuada estrategia deportiva. Por un lado, debemos moderar los deportes con movimientos cíclicos repetitivos como son la mayoría de los deportes aeróbicos, sobre todo los que tienen impacto como correr. Y si bien, andar en bici, caminar o nadar pueden ser aconsejables, no debemos abusar de ellos ya que el movimiento articular es pequeño y siempre en rangos similares, lo que sobrecarga los cartílagos siempre en los mismos puntos, produciendo degeneración de los mismos con el paso del tiempo.

Intenta entrenar la fuerza

Por contra a lo que podemos pensar, hacer pesas y ejercicios funcionales de fuerza con una gran cantidad de aparatos y recorridos articulares, mejora considerablemente la salud de nuestros cartílagos, al no desgastarlos en exceso, estimular su regeneración y tonificar la musculatura adyacente que actuará como refuerzo natural de la articulación.

Alterna el running con otros deportes

Por tanto, si tu único deporte es correr, no hace falta que lo dejes pero deberás alternarlo con otros deportes aeróbicos para no forzar las articulaciones siempre en el mismo rango de movimiento, procurando no hacer sesiones de mucho tiempo e introducir 1 o 2 veces a la semana un adecuado trabajo de fuerza y tonificación en el gimnasio o en casa con ejercicios funcionales.

Mantén tu peso estable

Algo prioritario y que no debes olvidar es que para minimizar la degeneración del cartílago es que hay que estar delgados, y eso pasa por comer de manera equilibrada y sana, comiendo comida real (la de nuestras abuelas) y sin productos procesados (por muy light y ecológicos que sean).

Puede ayudarte comer de vez en cuando manitas de cerdo

Como suplementación específica a este problema y también a modo preventivo, hay algo que siempre he recomendado a todos mis pupilos, y es tan sencillo como comer de vez en cuando “manitas” de cerdo, cordero o ternera que hayamos cocido en una olla a presión para que queden muy bien hechas y así poder asimilar todos sus componentes (ligamentos, cartílagos, tendones y parte del hueso), que harán de sustrato ideal para la reparación y regeneración de tus cartílagos y del líquido sinovial que lo baña y actúa como lubricante.

Además si sabes cocinar bien, se puede convertir en un auténtico manjar relativamente bajo en grasas y calorías. Pero si no eres muy amigo de las manitas, hay ciertos suplementos deportivos a base de colágeno, minerales, sulfato de glucosamina y otros compuestos específicos que le aportarán a tus articulaciones sustancias específicas para frenar el proceso degenerativo.