Pues eso digo yo. Y es más, ¿cuando el jamón serrano que es cerdo ha sido malo? Que no me toquen el jamón serrano!
Nada, hay que contextualizar y sobre todo, cuantos menos alimentos procesados mejor…me repito, no?
Ale, buen finde!
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¿Por qué los alimentos que nos dijeron que eran «malos» ahora son «buenos»?
Las grasas que han sido siempre el enemigo de las dietas o la salud ya no lo son y muchos otros alimentos que nos dijeron que eran «malos» ahora son «buenos». Nadie parece ponerse de acuerdo en temas de nutrición, ¿por qué hay estos cambios de dirección y quién decide qué alimento son «malos» o cuáles «buenos» en cada momento?
A continuación, intentaremos analizar un poco este tema para dar respuesta a los diversos interrogantes que surgen cuando hablamos de alimentos «buenos» o «malos» para el organismo.
Alimentos que han cambiado de reputación
Como ha sucedido con las grasas, antes demonizadas y hoy ya más aceptadas o incluso, recomendadas en una dieta saludable, hay muchos alimentos que han cambiado de reputación con el paso de los años, dejando de ser «buenos» para ser «malos» o por el contrario, de ser enemigos a ser aliados de la salud del organismo.
Algunos ejemplos de alimentos antes «malos» y hoy «buenos son:
- Carne de cerdo: durante muchos años se asoció la carne de cerdo a carne con alto contenido graso y con grasas de mala calidad, sin embargo, un corte magro de carne de cerdo puede tener más proteínas y menos grasas que el pollo o el pavo. Además, dado el cambio en la alimentación de los cerdos en los últimos años, hoy su carne es más rica en grasas buenas que en grasas de mala calidad nutricional.
- Huevo: siempre ha recibido mala fama por cargar con la responsabilidad de incrementar el colesterol de nuestro cuerpo, sin embargo, no son pocos losestudios que desvinculan su ingesta con los niveles de colesterol y este alimento tan versátil y sabroso puede resultar una excelente fuente de proteínas de calidad, de carotenos, hierro y vitamina A. Por ello, el huevo es un claro ejemplo de que lo que antes era «malo», hoy ya no lo es, pues además, el colesterol que comemos poco influye en sus niveles en sangre.
- Café: es otro alimento que ha cambiado su mala reputación por una reciente buena fama, pues aunque se creía que incrementaba los niveles de presión arterial, perjudicaba el peso corporal y otros efectos negativos, en realidad, consumido en cantidades adecuadas el café puede ofrecer muchos efectos positivos al organismo y lejos de perjudicar, puede beneficiar la salud cardiovascular.
- Chocolate: el chocolate siempre ha sido el culpable de los kilos de más o de los brotes de acné en nuestro cuerpo, sin embargo, su ingesta moderada se ha vinculado a menor peso corporal y también, se sabe que el chocolate no es la causa del acné sino que se trata de un falso mito.
Alimentos antes buenos pero ahora no tanto:
- Leche: ha sido durante años el alimento aconsejado cuando se buscaba obtener calcio y por sobre todo, se consideraba imprescindible en etapas de crecimiento, sin embargo, la leche no es la única fuente del mineral sino que por el contrario, hay alimentos que aportan más calcio que la misma. Por lo tanto, la leche ya no es tan recomendada ni tampoco se considera esencial en nuestra dieta diaria.
- Pescado azul: sus buenas grasas han vuelto al pescado azul en un alimento muy recomendable al momento de cuidar el organismo, sin embargo, recientementeno se han observado beneficios del omega 3 sobre la depresión y se sabe que muchas variedades de pescado azul tales como el atún, pueden contener proporciones elevadas de mercurio, un componente tóxico para el organismo humano si se consume en grandes cantidades.
- Margarina: surgió como sustituto vegetal a la clásica mantequilla rica en colesterol y grasas saturadas, pero en muchas ocasiones esta alternativa industrial posee grasas trans con peor efecto sobre el organismo humano y no es una opción con menos calorías ni contenido graso. Por ello, la margarina ya no es el alimento «bueno» y recomendado que era antes.
Es claro que son muchos los alimentos que han cambiado de reputación con el paso del tiempo y que no hacen más que confundir al consumidor o volverlo más desconfiado ante los consejos nutricionales actuales.
¿A qué se debe este cambio de dirección?
El cambio en la reputación de diferentes alimentos puede deberse en gran medida a la ciencia, pues existe cierta controversia real en los resultados que arrojan diferentes estudios.
Asimismo, podríamos encontrar estudios influenciados por el vínculo entre una sociedad científica y una industria o investigaciones financiadas por reconocidas y grandes marcas comerciales que por supuesto, arriban a conclusiones cuestionables.
Por otro lado, recibimos consejos de diferentes profesionales de la salud, con intereses, conocimientos y valores distintos lo cual, puede dar origen a cambios muy rotundos acerca de los alimentos «buenos» o «malos» para el organismo. Por ejemplo: un profesional desactualizado o vegano al extremo, puede condicionar la reputación de un alimento.
QUIZÁ SEA MOMENTO DE DEJAR DE CATALOGAR A LOS ALIMENTOS COMO «BUENOS» O «MALOS» Y COMENZAR A VER EL CONTEXTO, EL TODO.
Igualmente, los extremismos o fanatismos que abundan hoy en día pueden ser causa de la gran confusión que existe o de los cambios de dirección acerca de un alimento.
Aunque puede haber un debate científico real acerca de las propiedades de un alimento, la clave es no caer en extremos, ya que mucho radica en ver las cantidades o el todo en la vida que llevamos. Por ejemplo, si somos sedentarios, fumamos y comemos todos los días en un fast food, claramente el chocolate no va a beneficiarnos tampoco, mientras que podría ser nada perjudicial comernos 5 huevos diarios si somos físicamente activos, a diario comemos cantidad de frutas y verduras, no fumamos y estamos intentando reducir las carnes en la dieta.
Es decir, quizá sea momento de ver los alimentos en su contexto, en un marco alimentario entero y no catalogarlos como «buenos» o «malos» sino como recomendables o no en determinadas condiciones y bajo algunas características que variarán acorde a cada persona.
Bibliografía consultada | Nutrition Bulletin, Volume 34, Issue 1 March 2009, Pages 66–70; Metabolism Clinical and Experimental, July 1965, Volume 14, Issue 7, Pages 759–765; Heart 2015;101:20 1686Published Online First: 7 July 2015 doi:10.1136/heartjnl-2015-308288; Arch Intern Med. 2012;172(6):519-521, doi:10.1001/archinternmed.2011.2100.
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