Buenas a todos.
Ya es hora de desenterrar mitos sobre el microondas. También es cierto que cometemos muchas imprudencias(me temo que yo muchas) al calentar en cualquier envase, así que nunca es tarde para recordar que solo debemos calentar y cocinar en recipientes adecuados. Por lo que pueda pasar!
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¿Es malo cocinar en el microondas con envases de plástico?
Con las nuevas tecnologías, procesar la comida es más fácil y rápido. Por ejemplo, cocinar en el microondas. Pero los nuevos métodos también suponen nuevas preocupaciones. Como el uso de los plásticos.
El miedo por los adelantos extiende sus garras a lo largo del tiempo y el espacio. A día de hoy, a pesar de las numerosas pruebas existentes al respecto de la seguridad de cocinar en el microondas todavía hay quien no se fía de esta herramienta. Pero como ya hemos explicado en otras ocasiones, no existe prueba alguna para pensar que este tipo de hornos provoque ningún tipo de modificación perniciosa para los seres humanos. Ni tan siquiera existen pruebas de que haya una reducción nutricional que justifique el miedo que se le profesa en ciertos círculos. Pero, no todo lo que reluce es oro. Porque existe una preocupación relacionada con los microondas que bien podría estar justificada. Hablamos de los plásticos.
Los plásticos y el microondas
Veamos. El microondas, como hemos comentado otras veces, utiliza emisiones controladas de ondas de pequeño tamaño (y mucha energía) para hacer «vibrar» los átomos de agua y así calentar los alimentos. Estas ondas no tienen energía ni capacidad de modificar los alimentos más allá de lo que les permite el calor. Por tanto no suponen más que un calentador de por sí. Ahora pensemos en la manera que tenemos de cocinar en el microondas. Por su rapidez, solemos poner los alimentos en bandejas de plástico o similares. También empleamos «tuppers» o alimentos envueltos con film. Es en tal caso cuando surge la duda. Porque no todos los plásticos están preparados para cocinar en el microondas. La razón se encuentra en la llamada migración de compuestos.
Cuando ciertos plásticos se calientan a unas temperaturas determinadas, normalmente por encima de los 100ºC, estos pueden exudar compuestos procedentes de su tratamiento o descomposición. Dichos componentes en ciertas concentraciones pueden resultar tóxicos. Esto se debe a que dichos componentes «migran» del contenedor al alimento, donde pueden almacenarse y alcanzar concentraciones perniciosas para la salud. Hasta aquí llega la premisa de duda. Ante tal panorama, hace ya más de una década que diversos laboratorios han dedicado sus esfuerzos a resolver el dilema.
No todo vale para cocinar en el microondas
¿Está justificado este miedo? ¿Es posible que un plástico transmita sustancias peligrosas a un alimento debido al calor? Sí. Es posible. Pero, ¿cuándo ocurre esto? Muy sencillo: cuando los plásticos no están preparados. Un plástico que no ha sido hecho específicamente para ser usado en el microondas no debería se utilizado en el microondas. Así de sencillo. ¿Por qué? ¿Podría ser perjudicial? No lo sabemos. Así que lo mejor es no utilizarlo. Esto se debe a que no todos los plásticos son iguales en su composición básica ni se obtienen de la misma manera.
Las mayores agencias de salud han dejado claro que no hay peligro si se usan plásticos adecuados
Algunos de ellos poseen restos del proceso, completamente inofensivos al ser usados para lo que están diseñados, pero que pueden volverse peligrosos al ser calentados. Otros, sencillamente, tienen una composición muy susceptible al calor y pueden provocar la migración de sustancias perjudiciales. Existen varios estudios en los que se han detectado componentes tales como ftalatos, bisfenol o butifenoles, entre otros. Pero todos estos estudios se refieren a plásticos concretos y no preparados para el microondas. Además, existen muy pocos estudios que relacionen la presencia de estos componentes con un problema directo de salud.
Eso sí, estos compuestos y su presencia ha sido relacionada en otro tipo de estudios. Así que podemos extrapolar que es mejor usar solo los plásticos adecuados y evitar usar cualquier otro producto que no está específicamente diseñado para tal fin. Por el momento, las mayores agencias de salud, tras muchas investigaciones, han dejado claro que no hay peligro a la hora de cocinar en el microondas usando plástico siempre que se usen, como decíamos, materiales adecuados para ello. Estos están marcados con un símbolo específico que representa unas ondas o lineas en un suave zig-zag, imitando las ondas del microondas.
Seguridad ante todo
Así que está claro que usar plásticos para cocinar en el microondas es seguro siempre que usemos plásticos adecuados. Pero, además, es conveniente tener en cuenta algunos aspectos sobre los envases que nos ayudarán a evitar cualquier perjuicio potencial. Estos se refieren al estado concreto del material con el que vamos a cocinar en el microondas. En primer lugar, es necesario seguir las instrucciones del fabricante, que es el autor del envase y quién mejor conoce sus capacidades. En caso de no tener dichas instrucciones (cosa bastante común), es importante desechar cualquier envase de plástico estropeado o con lesiones.
También es conveniente cocinar más tiempo pero a menos potencia, evitando las altas temperaturas que serán más agresivas para el material. Por otro lado, es mejor si no usamos la tapa, a no ser que esta sea específica para cocinar en el microondas. Muchas de estas están hechas de otro material más maleable y de color, pero que no resiste tan bien el calor. Otro detalle importante es no usar bolsas que no hayan sido específicamente diseñadas para el microondas. Estos plásticos son más delgados y, normalmente, más susceptibles al calor. Así que en definitiva, cocinar en el microondas en envase de plástico es seguro siempre que usemos los recipientes preparados para ello y, además, siempre que tengamos en cuenta que es el calor, en realidad, el causante de su toxicidad.