En algún momento tendremos que salir a la calle a comprar, así que ahí van algunas recomendaciones.
Vamos vamos, juntos podemos!
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Comprar comida y otros bienes durante el confinamiento: ¿qué precauciones tomar?
Durante estos días es posible que tengamos que salir a la calle a comprar comida y otros bienes esenciales, o bien encargarlos por internet
Nada dura eternamente durante las cuarentenas y contagios, ni siquiera las ingentes cantidades de rollos de papel higiénico que muchas familias han adquirido estos días. Así que tarde o temprano deberemos salir a la calle a comprar, o bien visitaremos algunas de las páginas que están operativas para realizar las compras de manera telemática.
En este sentido, desde el Ayuntamiento de Madrid informan de que la mayoría de mercados de la ciudad permanecerán abiertos y que muchos de ellos prestan servicio de reparto telemático a través de empresas especializadas. Aunque el consistorio aconseja –para no colapsar– dejar este servicio para las personas más mayores o con problemas de salud, ya que son las más vulnerables, ofrece una página con los mercados y las direcciones para encargar a distancia los productos.
También en Catalunya algunas cadenas de distribución de la zona y portales de venta online, como Ulabox o o Bonárea, entre otros, darán servicio de distribución puerta a puerta. En caso de preferir salir a la calle, tanto en esta ciudad como en la mayoría de las españolas los establecimientos de primera necesidad permanecerán abiertos en horarios normales.
Ahora bien, tanto si preferimos que nos traigan la compra a casa como en el caso de salir e ir al supermercado, es necesario tomar las debidas precauciones para evitar el contagio. A continuación ofrecemos algunas recomendaciones en función de la opción que tomemos, así como a la hora de manipular y preparar la comida.
Si compramos online
Obviamente es una situación menos riesgosa que salir a la calle, y para los colectivos vulnerables es la recomendada. Ahora bien, deberemos tener especial cuidado cuando nos llegue el repartidor con la compra, tanto si lleva guantes como si no, ya que la presencia de guantes va destinada a evitar que él se contamine, pero estos habrán tocado numerosas superficies e incluso personas o dinero de otras personas; los billetes son unos grandes conductores de contaminaciones cruzadas.
Esto se traduce en que, a medida que vayamos sacando los productos de sus bolsas, los gérmenes que tengan irán pasando a nuestras manos. Una buena medida es usar guantes para recibir la compra y ordenarla; aunque luego deberemos lavarlos adecuadamente, nos evita el riesgo de cargas virales elevadas. Si no, colocaremos los productos e inmediatamente nos lavaremos las manos.
Incluso mejor si también nos lavamos las manos tras despedir al repartidor y antes de desembolsar y guardar. En cuanto al pago, a ser posible es mejor realizarlo con tarjeta o aplicación del móvil. Finalmente antes de cerrar la puerta pasaremos un paño con alcohol y desinfectante por el timbre y el pomo de la puerta y en cualquier otra superficie que pueda haber tocado el repartidor.
Si salimos a comprar
La primera precaución, si pensamos en sacar dinero del cajero para comprar, es llevarnos gel desinfectante, alcohol o bien unos guantes, pues la cantidad de gérmenes de los botones del ATM será altísima. Así que realizaremos la operación con guantes o bien nos pasaremos gel o alcohol justo después. También el dinero saliente del cajero puede estar contaminado, cosa que debemos tener en cuanta a la hora de manipularlo. En todo caso, la mejor opción de nuevo es pagar con tarjeta o aplicación móvil.
A la llegada al supermercado, seremos muy cuidadosos para tocar el menor número de superficies posible, así como los productos que estén embolsados, botellas, tretas, etc. La mejor opción son los guantes, pero si no, nos aplicaremos el gel o alcohol regularmente. En cuanto al resto de personas, evitaremos las colas apretadas y las distancias cortas, así como las aglomeraciones en torno a los productos más demandados. También procuraremos limpiar con gel las asas de las cestas y el tirador de los carritos.
Una vez en caja, como hemos dicho, mejor pagar de manera telemática. Y por otro lado, mejor también si llevamos nuestras propias bolsas reciclables o de rafia, ya que podemos ejercer sobre ellas un mayor control microbiológico. Cuando lleguemos a casa y desembolsemos los productos, guardaremos los alimentos en táperes cerrados para evitar contaminaciones de uno a otro en la nevera a través de los jugos que puedan exudar.
A este respecto, recordar que las bajas temperaturas favorecen la perviviencia del virus, con lo que la congelación no es un método efectivo frente a este. Limpiaremos adecuadamente las botellas y tetrabriks com jabón o alcohol antes de guardarlas, e igual con los botes, latas de cerveza o conservas, etc. Finalmente limpiaremos la bolsa de la compra si es reutilizable, tal como te aconsejamos en este artículo, pues son otro gran punto acumulador de patógenos.
Cómo tratar la comida
Otra táctica será limpiar la nevera de vez en cuando, para que los restos de salsas, mermeladas o exudados de carnes, frutas y verduras que puedan conservar el virus no contagien alimentos frescos. Si bien, según la Food & Drugs Administration (FDA), no se ha demostrado que los alimentos transmitan el coronavirus, otra cosa es manipular productos. A este respecto se aconseja extremar la limpieza de tablas, encimeras y cuchillos de cortar, uno de los focos de contaminación cruzada mayores de todo el hogar.
También nos lavaremos las manos antes y después de manipular los alimentos, y procuraremos que todos los que comamos pasen por un tratamiento de calor, ya que destruye el virus. Si hacemos ensaladas o crudites, las sumergiremos en agua del grifo medio minuto para que el cloro mate los posibles patógenos. Es un método tan eficaz como la aplicación de lejía para alimentos. En todo momento evitaremos las carnes crudas, sean tártars, cebiches o sushi.