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LA FASCITIS PLANTAR Y SU TRATAMIENTO EN FISIOTERAPIA
La fascitis plantar, se trata de una inflamación de la fascia plantar, una banda gruesa de tejido que se extiende desde el calcáneo (talón) hasta la zona del metatarso (punto donde comienzan los dedos de los pies). Su función es mantener la curvatura del pie y amortiguar la pisada, pero un impacto continuado o una tensión excesiva pueden llevar a experimentar dolor en esta zona, lo que conocemos como fascitis.
¿En qué consiste la fascitis plantar?
La fascitis plantar, es una patología con la que acuden a nuestra consulta numerosos deportistas además de personas mayores y profesionales con trabajos físicos o que conllevan largas jornadas de pie, y que causa dolor en el talón. Ocurre cuando la fascia plantar, una banda gruesa de tejido que le proporciona apoyo y soporte al arco del pie, se inflama o se desgarra. Usualmente el dolor en el talón se experimenta cuando das tus primeros pasos por la mañana.
Muchos médicos aconsejan no considerar la cirugía hasta después de completar un tratamiento de fisioterapia de por lo menos 6 a 9 meses, el cual estará centrado en realizar estiramientos y diversos ejercicios y aplicar EPI (electrólisis percutánea intratisular) y ultrasonido terapéutico.
Hay que tener en cuenta que la fascia plantar tiene una gran función biomecánica cuando andamos, ya que es responsable de mantener el arco plantar, de absorber los impactos del pie contra el suelo cuando andamos y, además, protege a los metatarsianos evitando que haya un exceso de flexión de los dedos.
En ocasiones se confunde la fascitis plantar con el espolón calcáneo. Ambos problemas comparten sintomatología y están muy relacionados. El espolón es un crecimiento anormal del hueso calcáneo. Esa calcificación es como un saliente puntiagudo del hueso que se clava en la fascia y produce un dolor agudo en dicha zona. No obstante, con una simple radiografía podemos comprobar si existe ese crecimiento óseo. En caso de que no se vea el espolón, entonces hablamos de fascitis plantar.
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Fisioterapia: una solución para acelerar la curación de la fascitis plantar
Los antiinflamatorios solo ayudan a paliar el dolor que produce la fascitis. Cuando se dejan de tomar, el dolor reaparece y no se avanza hacia una solución del problema. La recuperación por ejercicios es muy lenta y, a menudo, incierta e inefectiva, sobre todo si estos no se realizan adecuadamente.
La fascitis es uno de los campos donde la fisioterapia ha tenido éxito. Este tratamiento se adapta a cada caso, tratando la causa mediante técnicas como EPI, estiramientos, técnica miofascial. Así gracias a la fisioterapia lograrás, no solo tratar la fascitis plantar, sino también otras complicaciones del problema que la ha originado. Gracias a técnicas como estiramientos, punción seca, podemos aliviar y recuperar la elasticidad de la zona.
Es necesario tratar también toda la zona del tendón de Aquiles, gemelos y sóleo, al igual que toda la musculatura de los isquiotibiales.
Al paciente se le recomendarían varios ejercicios a ejecutar en casa. Por ejemplo, uno de ellos sería, con una pelota de tenis en la zona plantar, efectuar desplazamientos hacia delante – hacia atrás y movimientos circulares. 3 series durante 60 segundos.
También es recomendable, ver el tipo de calzado que el paciente utiliza, y hacer un estudio de la pisada con un podólogo.
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¿Cómo es el dolor de una fascitis plantar?
Si estás dudando que tu dolor en el pie sea una fascitis plantar, toma nota de estos síntomas que te ayudarán a reconocer y detectar el problema:
- Sientes un dolor agudo en la zona del talón. Se trata de un dolor mecánico, lo cual significa que en reposo puedes notar una ligera molestia que empeora mucho al caminar y con el peso del cuerpo.
- Notas el dolor invalidante y severo en la parte del talón, sobre todo al levantarte, con el primer paso de la mañana, o después de pasar un tiempo descansando o sentado.
- Al final del día notas que el dolor empeora y te cuesta apoyar el pie y caminar correctamente.
- Sientes más molestias si el día anterior has hecho mucho ejercicio o caminado más de lo habitual.
Cuáles son los motivos más comunes de la fascitis plantar
La fascitis plantar es un tipo de lesión bastante frecuente entre las personas que practican deporte, pero también puede aparecer en personas que no se ejercitan y superan los 45 años.
- La práctica de deporte es uno de los motivos principales que causan este problema, sobre todo si se utiliza un calzado inadecuado y se practica ejercicio en zonas duras y de forma repetitiva.
- El uso continuado de zapatos de tacón está también relacionado con la aparición de la fascitis plantar, ya que su uso continuado produce un acortamiento de la musculatura posterior de la pierna que sobrecarga la fascia.
- También las personas que tienen los pies cavos o valgos tienen mayor predisposición a sufrir fascitis. Aunque parezcan tipos de pies totalmente distintos, en ambos casos se produce una disminución del apoyo de la zona lateral externa, quedando la fascia en una situación de mayor tensión.
Tratamiento de la fascitis plantar en Fisioterapia
Los objetivos del tratamiento son reducir el dolor y la inflamación, identificar y corregir las posibles causas, mejorar la flexibilidad y finalmente aumentar gradualmente la fuerza de los miembros inferiores para poder regresar a la vida diaria normal y al entrenamiento físico.
Una combinación de diversos enfoques va a ser lo más eficaz para tratar la fascitis plantar. La primera fase hace hincapié en el descanso y tiene como objetivo reducir el dolor inicial y la inflamación para que pueda caminar sin dolor por las mañanas.
- Descanso de actividades que causan dolor. Para lograr un verdadero reposo debe evitar ponerse de pie y si lo requiere, utilice muletas para caminar y así descargar alguna cantidad de peso importante a los talones.
- Calzado. Use zapatos cómodos que amortigüen su pisada y no utilice tacones altos ni zapatos con suelas planas y duras. Evite caminar con los pies descalzos, especialmente en superficies duras ya que esto suele aumentar la tensión en la fascia plantar debajo del pie.
- Hielo. Puedes realizarte un masaje con hielo o colocarte una compresa fría durante 10 minutos cada 60 minutos (el primer día). El segundo día reducirás este protocolo a 3-5 veces al día mientras que el dolor se alivia.
- Ortesis. Si sus pies sufren de excesiva pronación, entonces esto puede contribuir a la tensión en el pie mientras además aplana el arco. Esto puede ser corregido con ortesis preferiblemente prescritas por un podólogo. Las ortesis deben ser usadas en todo momento, no sólo durante el entrenamiento.
- Electrólisis percutánea intratisular (EPI). Mediante esta innovadora técnica en la que su fisioterapeuta aplica una pequeña cantidad de corriente galvánica a través de una aguja de acupuntura en el sitio de la lesión, se activan los mecanismos anti-inflamatorios y pro-regenerativos del tejido afectado garantizándose así la respuesta inflamatoria necesaria para reactivar los mecanismos de regeneración de la fascia plantar.
- Ultrasonido terapéutico. Cuando su fisioterapeuta le coloca ultrasonido, ocurre un aumento en la relajación tisular de la fascia plantar, músculos y ligamentos circundantes. Esto ayuda a estimular el flujo sanguíneo reduciéndose la inflamación debido al aumento de oxígeno y nutrientes hacia la zona. Además, ayuda a que diversos químicos se eliminen a través de la corriente sanguínea, lo que permite que la zona se cure mejor y más rápido.
- Ejercicios. Su fisioterapeuta le prescribirá diversos ejercicios específicos, sin embargo, en términos generales le recomendamos mantenerse en forma pero no corriendo ni trotando sino nadando, andando en bicicleta o puede aprovechar para trabajar en la fuerza de los miembros superiores.
- Estiramientos. Este tipo de ejercicios son esenciales durante el tratamiento de la fascia plantar. Existen diversas maneras de estirar la fascia plantar y el tendón de Aquiles, sin embargo, la manera más común y más fácil de realizar junto antes de levantarte de la cama es con la ayuda de una toalla larga. Con cada mano sujetarás los extremos de la toalla halando hacia ti para que el pie o los pies se estiren en dorsiflexión pasiva. Los estiramientos debes realizarnos a diario durante el tratamiento de fisioterapia y continuar haciéndolos todo el tiempo posible después de haber finalizado la rehabilitación.