Evidentemente, hay que coger este tipo de estudios con pinzas, siempre. Pero despues de una buena pateada, un partidillo o cualquier otra actividad física en grupo, la reunión compartiendo un par de cervezas es un ritual sagrado. A mi no me quita nadie ese rato con esas risas.
Buen finde compañeros!
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¿Podemos fiarnos de los estudios que nos dicen que la cerveza es buena después del ejercicio?
Seguro que más de una vez has podido leer en algún medio o periódico que la cerveza es buena para rehidratarnos después de hacer ejercicio. ¡Vaya!, todo un alivio para los amantes de la cerveza, así se la pueden tomar sin remordimiento.
Es más, toda una buena excusa para ir a hacer deporte y después tomarse «una caña». La prensa suele tratar bien a este tipo de noticias. Fijaos en las siguientes imágenes sobre lo que los titulares dicen de la cerveza y el ejercicio.
Si somos curiosos y nos preguntamos de dónde sacan que la cerveza es buena para hidratarnos después de hacer ejercicio, seguro que encontramos algún artículo científico que lo corrobora. Entonces la gente suele quedarse más tranquila, pensando: «es cierto, los científicos han visto que es buena». Pero, ¿y si ese estudio científico está mal diseñado o está subvencionado por la industria cervecera?
¿De dónde viene el mito que dice que la cerveza es buena para hidratarse?
La cerveza es básicamente agua con hidratos de carbono, minerales, vitaminas y alcohol. De ahí que por su composición nutricional en minerales como potasio, sodio o magnesio, se piense que es una buena opción para hidratarnos.
Es lógico pensar que si al hacer ejercicio hemos perdido agua y electrolitos, qué mejor que reponerlos con cerveza, que tiene ambos. Sin embargo, para que el organismo pierda una cantidad considerable de agua y electrolitos, hay que hacer mucho ejercicio (normalmente más de una hora y a una intensidad media). Y si llega el caso de tener que reponer agua y electrolitos, tal y como nos explica la médico Raquel Blasco, la cerveza no es una bebida de reposición.
Por tanto, rehidratarse con cerveza no tiene sentido para ejercicios moderados de menos de una hora, que es lo que practica la mayoría de la población. Si además tenemos en cuenta que el alcohol es diurético y que después de realizar ejercicio necesitamos rehidratarnos, la cerveza con alcohol nos ofrece justo el efecto contrario: expulsar más agua de nuestro organismo y que nuestro grado de deshidratación sea mayor.
Además, el alcohol interviene negativamente en la recuperación del deportista, no olvidemos que el acohol es tóxico para el organismo, la única forma de beneficiarse de él es no tomándolo. La típica recomendación de tomar alcohol con moderación, también es una falacia.
Cuidado con los estudios científicos a favor de la cerveza
LOS ESTUDIOS PUEDEN ESTAR MAL DISEÑADOS O ENCARGADOS POR LA INDUSTRIA CERVECERA.
Algunos estudios científicos están encargados directamente por la industria cervecera, por lo cual podemos prever que los resultados serán positivos. Ya se las apañarán los encargados de hacer el estudio de que los restulados salgan a favor y las conclusiones sean favorables.
No tendría sentido que la industria cerveceraencargue un estudio, las conclusiones sean negativas y estas salgan a la luz. Sería como echar piedras sobre su propio tejado. Por tanto, si el estudio proviene de asociaciones o instituciones relacionadas con la industria de la cerveza, desconfía de su diseño y sus conclusiones. De hecho, un reciente metaanálisissugiere que los estudios financiados por la industria se asocian con consclusiones a favor de ella.
Una de las primeras cosas que deberíamos ver en un estudio científico con conclusiones favorables para la cerveza es si hay conflicto de intereses. Es decir, si alguno de los científicos tiene relación alguna con el objeto del estudio.
Otras de las cosas a mirar es el número de muestra con la que se ha hecho el estudio. No es lo mismo una muestra de miles de sujetos que una de decenas. En el segundo caso, los resultados no son extrapolables.
Por tanto, debemos de intentar ser objetivos y críticos cuando veamos este tipo de estudios, sobre todo si el titular es llamativo y todo el mundo lo está compartiendo en redes sociales. Los compañeros de Magnet escribieron un artículo muy bueno sobre cómo leer y sospechar de el último estudio científico que todo el mundo comparte.
Y muy atentos también a las conclusiones de los estudios. Los medios tradicionales suelen simplificar o descontextualizan las conclusiones de los estudios. No es lo mismo decir que la cerveza hidrata tanto o mejor que el agua que decir que la cerveza no tiene efectos negativos sobre la hidratación en personas que están acostumbradas a beberla.
Entonces, ¿qué hay que beber después de hacer ejercicio?
Si el ejercicio ha durado menos de una hora, la intensidad ha sido moderada y no hemos sudado en exceso, deberíamos beber agua de forma exclusiva. Sin embargo, si el ejercicio ha sido de más de una hora de duración, las condiciones climatológicas eran duras y el ejercicio ha sido intenso, necesitaremos una bebida de reposición con electrolitos.
La cerveza con alcohol nunca debería recomendarse como medio de hidratación. Está claro que a una persona acostumbrada a beber cerveza, beberse un par de cañas al acabar de hacer ejercicio no le va a suponer ningún mal. Pero, como hemos dicho, mejor si obviamos el alcohol tras hacer ejercicio.
Cerveza sí, pero siempre sin alcohol y después de haber recurrido al agua o una bebida de reposición al acabar el ejercicio. Hay que tener en cuenta que la cerveza sin alcohol también puede provocar gases, por tanto, puede ser más un inconveniente que una ventaja tomarla.
En resumen: ejercicio, hidratación y cerveza
- Si el ejercicio no ha sido muy intenso, con beber agua tendremos suficiente.
- Si optamos por cerveza para rehidratarnos, mejor sin alcohol y después de haber tomado una bebida de reposición.
- Tomar una cerveza (con alcohol) después de hacer ejercicio no nos va a matar, pero mejor si no la tomamos.
- Las noticias de los periódicos sobre cerveza y salud suelen ser exageradas o amarillistas, hay que leerlas con cuidado.
- Los estudios científicos sobre la cerveza también hay que leerlos con cuidado y ser críticos: quién los ha hecho, cuál es la cantidad de muestra, diseño del estudio y conclusiones sacadas.