En este caso, el que esto escribe no tiene mucho que decir de mi querido jefe. Que hable él y leamos todos.
Gracias M.Ángel!
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Ponga un fisioterapeuta en su vida
Miguel Ángel Muro quería ser médico y cogió el atajo de la fisioterapia
En las salas de espera de los médicos las paredes suelen estar decoradas con títulos académicos y con diplomas de cursillos que acreditan que el doctor no es un aprendiz del oficio. En la sala de espera de Miguel Ángel Muro sus mayores tesoros son las camisetas de los deportistas que han pasado por sus manos para dejar atrás una lesión. La camiseta de Keita, jugador de la Roma, o del delantero Charles, hasta hace unos días en el Málaga, tienen más peso que cualquier diploma para los que acuden a su consulta buscando una solución.
Si hace quince años ir a un fisioterapeuta sonaba tan extravagante como visitar a un psiquiatra, hoy se ha convertido en una obligación para poder mantenerse activo más allá del paso de los años y del desgaste de la profesión. Uno visita al fisio como el que acude a un taller mecánico buscando que le dejen el coche nuevo.
Miguel Ángel Muro Lobelles lleva ocho años ejerciendo el oficio. Desde entonces tiene clínica propia y un prestigio que se ha ido ganando entre la clientela a fuerza de buenos resultados. Su éxito se basa en la combinación en la justa medida de la técnica manual del masaje con la utilización de las nuevas tecnologías que no paran de avanzar.
¿Por qué escogiste esta profesión?
“Es algo meramente vocacional aunque desde niño siempre quise ser médico, pero en unas jornadas de puertas abiertas en la universidad me hablaron por primera vez de la fisioterapia y desde ese momento pensé que sería un buen camino por donde podría ayudar a muchos más pacientes con las manos y sin en el uso de medicamentos, y a día de hoy puedo decir que el camino escogido es el de una profesión apasionante y maravillosa”.
¿Qué importa más en tu oficio, las manos o las máquinas?
“Las manos son la base de nuestra ciencia, pero no puedo priorizar que tiene más importancia porque nuestro éxito profesional no es otro que el recuperar al mayor número de pacientes en el menor número de sesiones posibles, y mucho más en FisioMuro donde somos especialistas en lesiones complejas como son las tendinitis y las hernias discales, y debemos de tener la mejor tecnología posible y por supuesto maquinas manualmente dependientes, es decir, que sin un manejo muy especializado y guiado por ecografía no tienen grandes resultados”.
¿Cuántas veces deberíamos ir al fisioterapeuta al año?
“Depende mucho de la persona y de diversos factores, según el tipo de trabajo, deporte, estado físico y al estrés al que esté sometido en su vida personal y profesional. Creo que la gente se está concienciando cada día más de lo importante que es cuidarse y del valor incalculable que tiene la salud y para esto el mejor profesional es el fisioterapeuta y ya no solo desde el aspecto de las lesiones sino desde la prevención para evitarlas. Yo recomendaría una sesión al mes y sino fuese posible tres o cuatro veces al año sería suficiente para un adulto sedentario”.
¿Quién te requiere más, los hombres o las mujeres?
“Depende del día pero más o menos es equitativo, parecido a lo que pasa con la edad, tratamos desde deportistas de élite a pacientes del sillón, recién nacidos para valoración funcional de osteopatía y cólico del lactante hasta pacientes de noventa y seis años como nuestro admirado artista Julio Visconti”.
¿Qué deportistas conocidos han pasado por tu clínica?
“Quizá los más conocidos por el público sean los futbolistas. La recuperación más destacada fue el año pasado a Seydou Keita de la Roma, que llevaba seis semanas parado pero seguía con una lesión muscular. Lo traté allí y cuando regresé a Almería me llamó diciendo que había mejorado un 80% y quería volver a tratarse, entonces empezamos a organizar el viaje de Seydou y se vino a Almería a recuperarse”.
¿En tu profesión hay que estar siempre aprendiendo? ¿Vives en una renovación permanente?
“Si quieres estar a la última no puedes dejar de invertir en la mejor formación y en la tecnología de vanguardia. Fuimos pioneros en la provincia en el uso de la técnica EPI® (Electrolisis Percutánea Intratisular), para recuperar las tendinitis y fuimos ampliando su utilidad hasta poder tratar las hernias discales. También fuimos pioneros en el uso de la ecografía de alta definición, ondas de choque para fibrosis postquirúrgica, espolones, fascitis, tendinitis y calcificaciones de hombro, pubalgias y túnel carpiano y ahora volvemos a ser un referente con el láser de alta potencia desarrollado entre un grupo de nueve compañeros con fabulosos resultados en dolor agudo, inflamación y reparación muscular”.