El dolor crónico de espalda tiene unas fases de desarrollo muy delimitadas.
Lo que puede aparentar ser una mínima dolencia sin importancia puede en realidad tratarse de un problema en estado avanzado, que supone una gran cantidad de cambios mecánicos en la columna vertebral.
La discopatía degenerativa suele ser el primer factor, debido a una serie de malas posturas mantenidas en posiciones donde la presión intradiscal es intensa. El disco intervertebral se agrieta y se va debilitando poco a poco cuando forzamos el tronco en flexión o en rotación en las tareas diarias o en el trabajo.
Con el tiempo, se forman protusiones discales que a su vez irritan las terminaciones nerviosas radiculares que salen de la médula entre las vértebras. Esto provoca dolor radicular, la llamada ciática.
Cuando el dolor es permanente, se produce la tercera fase, la atrofia muscular. La inhibición de los músculos espinales más profundos, como ocurre con el multifído lumbar.
El movimiento en el multifído se reduce, disminuyendo su oxigenación a causa de la contractura muscular sostenida en el tiempo. La inhibición muscular se origina sólo unas cuantas horas después del episodio doloroso y puede perdurar indefinidamente si no se pone remedio.
El multifido es un músculo estabilizador de la columna vertebral. Cuando no es capaz de ejercer su función, se originan a su vez disfunciones del movimiento, donde el segmento vertebral doloroso empieza a moverse de manera errónea, afectando nuevamente a las terminaciones nerviosas de la médula y creando más y más dolor y un circulo vicioso.
El multifído en realidad son varios pequeños músculos que recorren la espalda desde el sacro y la región lumbar hasta la zona cervical. Cada sección vertebral encamina su recorrido hacia el cuello metiéndose en las espinosas vertebrales. Se encargan de controlar el grado de rotación de la columna y los segmentos vertebrales así como el movimiento de extensión de la columna lumbar.
Los patrones disfuncionales del movimiento afectan al control motor del Sistema Nervioso Central, ya que la función estabilizadora de los músculos inhibidos pasa a ser controlada por los músculos más superficiales, globales, que están diseñados para el movimiento, no para la estabilización.
A nivel más local, el multifído tensa la fascia toracolumbar, contribuye a mantener la posición neutra de la columna lumbar, dirige los movimientos suaves entre las vértebras y vigila que no se produzcan acciones bruscas en la articulación sacro-ilíaca, creando cohesión y estabilidad en la articulación sacro-ilíaca.
Esta situación se convierte en crónica por el alto grado de inestabilidad vertebral de la columna, que perdurará en el tiempo dando paso a nuevas patologías y requiere un remedio inmediato ya que el cuerpo humano no es capaz de remediarlo por sí solo. Una debida activación y rehabilitación del multífido gracias a los ejercicios de control motor de KINETIC CONTROL contribuirá notablemente a recuperar la funcionalidad del multífido y su misión protectora, y por tanto, a eliminar definitivamente los síntomas dolorosos y escapar de una vez por todas del circulo doloroso del dolor de espalda.
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ARTICULO VISTO EN FISIOTERAPIABLOG.ES
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