Nunca lo habá pensado!
Tal vez tengan razón, pero yo sigo guardandolos en la puerta de la nevera…
Buen finde!!
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Las tres razones para NO guardar los huevos en la puerta de la nevera
Si hay un alimento que está presente en la dieta de la mayoría de los deportistas este es el huevo. Su compacto valor nutricional y la facilidad de cocinado, además de un sabor de gusto generalizado, lo hacen el rey de las dietas en las que se necesita una cantidad importante de proteína de la mejor calidad posible.
Pero hay que seguir unas pautas para conseguir que este alimento llegue hasta nuestros fogones con la mayor calidad e higiene posibles, porque es un producto muy vulnerable a los cambios de temperatura y, además, la cáscara es porosa, pudiendo llegar a contaminarse el interior del huevo de una manera drástica y peligrosa para nuestra salud (salmonela…).
¡Manda huevos!
Atendiendo al informe oficial que el Ministerio de Agricultura Ciencia y Alimentación publicó en 2019 (correspondiente a datos de consumo de 2018), en España se consumen por persona y año 8,5 kilos de huevos, una cifra nada desdeñable si consideramos que cada unidad pesa una media de 55 gramos. En el caso de los deportistas esta cifra se puede llegar a duplicar con relativa facilidad.
Y ahora vienen los consejos que varios expertos, entre los que destacamos el del Instituto de Estudios del Huevo nos dan para evitar colocar los huevos en la puerta del frigorífico:
- 1º-La parte más vulnerable de un frigorífico a los cambios de temperatura es la puerta: al abrir y cerrarlo en repetidas ocasiones se producen cambios repentinos de temperatura que provocan condensaciones en el interior de la cáscara del huevo: durante este proceso térmico diferentes microorganismos patógenos pueden atravesar la cáscara del huevo debido a su porosidad y contaminarlo.
- 2º-A continuación de la cáscara, el huevo dispone de una membrana, que se dilata y contrae con los cambios de temperatura. Esta membrana no es impermeable y al recibir una subida de la temperatura se dilata y permite que pasen al interior de la clara los contaminantes que pudieran haber atravesado la cáscara.
- 3º-Las hueveras de los frigoríficos, salvo que llevemos a cabo una meticulosa desinfección tras cada uso, suponen un riesgo porque utilizamos el mismo envase una y otra vez sin lavarlo. Precisamente en el exterior de la cáscara es donde pueden residir los contaminantes más peligrosos de esta alimento, pudiendo facilitar una “contaminación cruzada” entre los huevos antiguos y los nuevos que almacenamos en nuestra nevera.
y… ¿cómo los guardo?
Regresamos a los consejos que publican desde el Instituto de Estudios del Huevo y citamos literalmente su asesoramiento para los consumidores:
“Los huevos deben conservarse en casa en el frigorífico. Mejor en su envase y en un estante del refrigerador. Mantenerlos en el compartimento destinado a los huevos en la puerta no es recomendable, porque es la parte con mayores saltos de temperatura.
Dejando los huevos en su envase están protegidos de cambios de temperatura, de olores y golpes y del contacto con otros alimentos. Además el envase tiene la información sobre la fecha de consumo preferente, que no es obligatorio que se indique en la cáscara del huevo, y es esencial para saber cuándo debemos consumirlos”.
O sea, que en cualquier entrepaño interior de nuestro frigorífico estarán mejor almacenados los huevos que en la puerta.
¿Se deben lavar los huevos?
Esta es otra de las operaciones que en muchas ocasiones realizamos de manera errónea. Según ha publicado el Departamento de agricultura de los Estados Unidos (USDA), los huevos no hay que lavarlos antes de guardarlos. El lavado es una parte rutinaria del procesamiento comercial y no es necesario volver a lavarlos. Las regulaciones alimentarias de la mayoría de los países describen los procedimientos y productos de limpieza que pueden usarse.
El recubrimiento natural de los huevos recién puestos que ayuda a evitar que las bacterias penetren en la cáscara, se elimina mediante el proceso de lavado industrial muy seguro y se reemplaza por un recubrimiento ligero de aceite mineral comestible que restaura la protección. El manejo adicional de los huevos, como el lavado al chorro, podría aumentar el riesgo de contaminación cruzada, especialmente si la cáscara se agrieta.
Y después de leer todos estos consejos ¿los prefieres fritos, cocidos o en tortilla?