TRATAMIENTO DE LA TENDINOPATÍA DE DE QUERVAIN

La tendinopatía de De Quervain, un desafío inflamatorio en la muñeca que afecta a los tendones extensores del pulgar, se erige como una entidad clínica de relevancia en el ámbito de la patología de la extremidad superior. Esta afección, caracterizada por la inflamación persistente de los tendones del primer compartimento extensor de la mano, se manifiesta con dolor e hinchazón en la base del pulgar, limitando la función y generando malestar en los pacientes.

El origen de esta tendinopatía radica en la sobrecarga y el uso repetitivo de los músculos abductor largo y extensor corto del pulgar, responsables de los movimientos de extensión y abducción de este dedo. La fricción constante de los tendones dentro de sus vainas sinoviales desencadena un proceso inflamatorio que, de no ser tratado adecuadamente, puede evolucionar hacia una fibrosis y engrosamiento de los tejidos, perpetuando el dolor y la disfunción.

Los síntomas de la tendinopatía de De Quervain son elocuentes y limitantes. El dolor en la base del pulgar, exacerbado por los movimientos de pinza y agarre, es el síntoma cardinal. La inflamación y la sensibilidad en la zona afectada son igualmente frecuentes, y en ocasiones, puede observarse una leve crepitación al movilizar los tendones.

Es importante destacar que, si bien la tendinopatía de De Quervain es una entidad clínica bien definida, su diagnóstico diferencial puede ser complejo, ya que existen otras afecciones que pueden simular sus síntomas, como la rizartrosis del pulgar o la tenosinovitis de los extensores radiales del carpo. Por lo tanto, una evaluación clínica exhaustiva y, en ocasiones, estudios de imagen complementarios, son fundamentales para establecer un diagnóstico preciso y orientar el tratamiento adecuado.

La fisioterapia, con su arsenal de técnicas manuales y ejercicios específicos, busca restaurar la funcionalidad del tejido afectado y promover su regeneración. La osteopatía, por su parte, aborda las disfunciones musculoesqueléticas que puedan estar contribuyendo a la patología, optimizando así el entorno biomecánico de los tendones involucrados.

Un programa de ejercicio terapéutico, individualizado y progresivo, resulta esencial para fortalecer los músculos debilitados, mejorar la flexibilidad y restaurar la coordinación motora. La fibrolisis diacutánea, mediante el uso de "ganchos," y el vendaje neuromuscular (kinesiotape) complementan este enfoque, liberando adherencias fasciales y proporcionando soporte adicional a los tejidos lesionados.

Para potenciar y acelerar el proceso de recuperación, se integran modalidades de vanguardia en fisioterapia. La electrolisis percutánea intratisular ecoguiada (EPI), con su capacidad de estimular la reparación tisular a nivel celular, se combina con el poder analgésico y antiinflamatorio del láser superpulsado de alta energía. Las ondas de choque extracorpóreas, aplicadas de manera focalizada, promueven la neovascularización y la regeneración de los tejidos dañados. Por último, el SonoActive, una innovadora terapia de ultrasonido, optimiza la penetración de agentes tópicos y facilita la reparación tisular.

Este abordaje integral, que fusiona lo mejor de la terapia manual con la tecnología de punta, ofrece una perspectiva optimista para aquellos que sufren de tendinopatía de De Quervain, maximizando las posibilidades de una recuperación completa y minimizando el riesgo de recurrencia.