Y es qeu no hay nada peor que hacer una gigantesca bola de responsabilidades y tiempo para intentar estar sanos. Siempre es mejor una meta definida y sesiones continuas y de largo recorrido en el tiempo. Lo que de toda la vida se llama sentido común!
Ahí van algunas interesantes claves.
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Mañana empiezo la dieta, el gimnasio, dejo de fumar, etc.: dos expertos nos dan las claves para conseguirlo
El furor de los propósitos de Año Nuevo viene como una ola, pero las ganas se van igual de rápido y poco a poco tus objetivos se van difuminando hasta que desaparecen por completo. De acuerdo con un estudio realizado por el psicólogo Richard Wiseman, el 52% de las personas que hacen objetivos de Año Nuevo están seguros de que van a conseguir hacerlos realidad, pero la verdad es que sólo un 12% lo consigue de verdad. ¿Cuál es su secreto?
Beatriz Gómez Alsar, psicóloga general sanitario, nos cuenta que «enero y septiembre son los meses por excelencia para los propósitos de “Año Nuevo” o “Curso nuevo”, todos tenemos mil ideas, planes y fantasías sobre lo que queremos conseguir o nos gustaría llegar a ser, pero para plantearse nuevas metas, retos u objetivos tenemos que tener una serie de ideas claras.»
PASO 1: Elegir bien y ser realistas
Mamen Jiménez Romero, psicóloga y la autora del conocido blog Lapsicomami y de Blisspsicología, nos aconseja plantear objetivos realistas: «quedarte como una sílfide anémica puede parecerte una cosa maravillosa pero, ¿es factible? Perder 5 kilos, por ejemplo, es algo concreto, cuantificable y alcanzable. Establece tus objetivos en base a tus capacidades y disponibilidad real para que no se queden en meros deseos (y te lleven a sentirte frustrada… otro año más)», explica.
Beatriz Gómez además añade que «olvidémonos de lo que los demás quieren para nosotros, pareja, madre o amigas… tiene que tener sentido para nosotros mismos».
Esta profesional nos aconseja que la motivación, el esfuerzo y la constancia que vamos a necesitar es nuestra. Podemos pedir a los demás ayuda o apoyo, pero nadie puede hacerlo por nosotros. De hecho, si las metas propuestas son en base a las necesidades o deseos de otros, primero no nos vamos a esforzar lo mismo y, por lo tanto, corremos riesgo alto de abandonar y segundo aunque lo consigamos, seguramente no nos sintamos recompensados al final.
Además, Mamen Jiménez hace hincapié en que tengamos prioridades, que vayamos de uno en uno: «si en todo 2016 no pisé el gimnasio, fui a dos clases de inglés y me leí medio libro de mi lista de imprescindibles… ¿de verdad voy a pretender que por obra y gracia de la motivación navideña de pronto haga todas esas cosas… y además a la vez? Dejar de fumar y ponerte a dieta al mismo tiempo quizá te lleve a que un día atraques la nevera (incluyendo ese limón seco que tienes en la puerta), así que mejor vamos primero con uno, y luego con el otro, ¿no te parece?»
PASO 2: Escribirlos de una manera concreta
Los expertos nos dicen que no es sólo hacer la típica lista.
Mamen Jiménez Romero va más allá: «hazte un planning por escrito y si puede ser, colócalo en un lugar visible. Ponle fecha a tus objetivos, prográmalos y reserva los horarios para realizar cada actividad, así evitarás el clásico “si es que no he podido sacar ni un minuto hoy”.
Beatriz Gómez Alsar nos habla de metas concretas: «esto es difícil, no estamos acostumbrados. A menudo, al intentar concretar las cosas nos damos cuenta de qué es lo que realmente queremos o necesitamos y nos ayuda a ir valorando la dificultad. Adelgazar. Aprobar. Ser feliz. Estar bien. Es como pedir a un niño “portarse bien”, ufff que difícil, ¿no? Tiene que saber qué esperamos de él…»
Según esta psicóloga muchas veces pensamos en cosas muy generales, y por lo tanto, muy difíciles de conseguir. Por eso lo ideal es ir desgranando estas metas globales en metas más concretas, como por ejemplo: «necesito bajar (X) kilos, ¿Cuántos gramos o kilos en cuánto tiempo? Aprobar, ¿qué tengo que hacer para mejorar mi rendimiento? Estudiar 2 horas al día, saber si quiero sólo aprobar o sacar notable, sobresaliente…»
Algo en lo que también insiste nuestra otra experta: «divide y vencerás. Destripa cada objetivo en pequeñas partes, así podrás ir tachando “avances” y eso te motivará para seguir adelante», explica Mamen.
PASO 3: Reservar tiempo y organizarse
Conseguir ponerse en forma, comer más frutas y verduras, aprender un idioma o mejorar en el trabajo no es sólo cuestión de fuerza de voluntad, también se necesita invertir tiempo. Los expertos aconsejan calcular cuánto tiempo se necesita para conseguir ese objetivo y reservar huecos en la agenda con periodicidad.
Nuestra experta Beatriz Gómez Alsar también hace hincapié en que estos objetivos sean cuantificables o medibles: «cuanto más específicos seamos al plantearnos los propósitos, y más hayamos podido concretas nuestras metas, submetas, pasos, tiempos y condiciones, será mas fácil saber como vamos avanzando para valorar logros, recaídas, y para motivarnos. Hacer listas (nos suele encantar ir tachando cosas), llevar un registro…»
Mamen Jiménez Romero también nos habla del control contextual: «esto que suena raro es algo que los psicólogos utilizamos para favorecer la aparición (o la desaparición) de conductas. Lo explico con un ejemplo: si mañana por la mañana quiero ir al gimnasio será más fácil que eso se produzca si esta noche dejo listas todas las cosas que voy a necesitar. De no ser así puede que me levante y descubra que no tengo pantalones limpios para ir, que… ¿dónde demonios puse el candado de la taquilla?, esas cosas que hacen que al final siga pagando gimnasio sin pisarlo ni una vez. Si además quedo con una amiga para ir juntas, me voy a sentir un poco más comprometida con la tarea y por tanto será más fácil que la realice».
PASO 4: Buscar un compañero
Sí, como acaba de recomendarnos una de nuestras expertas.
O varios. Un grupo, un amigo, la pareja, un familiar… Tener un objetivo en común, alguien con quien hablar de las frustraciones, de los éxitos, del esfuerzo en el camino y de los retos es un estupendo refuerzo y una manera de lidiar con el desánimo o las dudas.
Otra opción es contar con ayuda profesional, un entrenador personal, un asesor laboral, etc. que pueda darnos apoyo y pautas a seguir para no desfallecer a lo largo del camino, al mismo tiempo
Trabajo en equipo, aunque deben ser metas personales para que tengan sentido para nosotros mismos, a veces es importante contar con alguien más a la hora de llevarlas a cabo y ayudarnos en momentos difíciles, ir con una amiga la gimnasio o salir a correr con un grupo. Dejar de fumar a la vez que tu pareja.
PASO 5: Que sea motivador
Para la psicóloga Beatriz Gómez Alsar es muy importante que la meta nos motive, que sea importante para nosotros, así según vayamos consiguiendo pequeñas cosas nos iremos animando progresivamente.
Como nos explica Mamen, fuera autoexigencias y perfeccionismos: «¿he incumplido hoy mi planning? No pasa nada, mañana retomamos. Lo que no vale es eso de “como ya me he saltado la dieta hoy, pues… donuts, ¡venid a mí!”.
Y recuerda: motívate, plantéate pequeños premios o refuerzos por el camino. Anímate, pero también sé un poco flexible a veces, las recaídas están ahí, no tires la toalla y dramatices enseguida. Las frustraciones forman parte de la vida. O, como nos aconseja también Mamen Jiménez, recompénsate: ¿has cumplido con el planning de esta semana? Date un capricho (una cosa “normalita” y en proporción al cumplimiento de objetivos, no hace falta que te vayas a París…), algo que te ayude a motivarte y te recuerde que, oye, ¡lo estás haciendo!
PASO 6: Si se cae en la tentación, levantarse y volver a intentarlo sin renunciar al objetivo
Para Mamen Jiménez la evaluación del proceso es fundamental porque nos va a permitir detectar debilidades, estrategias que no están funcionando, y poder cambiarlas a tiempo: «si queríamos perder peso de aquí a Junio y el 29 de Mayo nos damos cuenta de que eso no ha sucedido ya será un poco tarde para cambiar de dieta, ¿verdad?»
Esta profesional también insiste en que es necesario de vez en cuando pararse a recordar por qué se quieren conseguir esos objetivos: «parece una obviedad (“Si yo lo tengo claro…”) pero es importante porque al requerir un esfuerzo por tu parte, el cerebro, que es tendente a la comodidad, minimizará los beneficios de esas metas, y por tanto perderán poder motivador.»
La conclusión es que para Mamen Jiménez el secreto no es sólo hacer un esfuerzo sino también en cambiar de actitud: «si lo que te has propuesto para este año es algo un poco más “grande”, como cambiar hábitos, además de todo lo anterior nos interesa hacer un esfuercito mental y concienciarnos de que la meta es a largo plazo y no a corto, persistir en ello (algo que hacemos frecuentemente acaba por convertirse en un hábito) y tener muy claro cuál es el beneficio. El cerebro detecta perfectísimamente las recompensas y los beneficios, y huye como del veneno de los esfuerzos y los castigos, así que convierte tu objetivo en algo deseable, algo que de verdad quieres, y no en “un castigo divino” que has de acatar».
Antes de lanzarnos a las grandes ideas de mejora hay que pensar bien, nos aconseja por su parte Beatriz: «sobre todo para no frustrarnos a la mínima de cambio, si nos proponemos cosas muy grandes o complicadas no lo vamos a conseguir y eso va a hacer que nos sintamos doblemente mal, primero por seguir con esos kilitos de mas y luego por frustrarnos al fracasar en el intento, así nos sentiremos gordos y además inútiles…. Es preferible saber que me sobran unos kilitos y asumir que igual ahora no es el momento, que sentir que me sobran esos kilitos y además sentirme un fracaso por no conseguirlo. Por eso hay que elegir bien las metas, el momento, y la forma de conseguirlo.»