Soy de los que le encantan usar chanclas. A la que llega el verano con su solecito, chanclas que te crió!
Y aunque nunca he sufrido ninguna molestia, no está de más que avisemos de las posibles dolencias que el abuso de las chanclas pueden acarrear: la fascitis plantar.
Vamossss!!!
La razón por la que las chanclas pueden causarte fascitis plantar
os que la han pasado tiemblan sólo de oír su nombre. La fascitis plantar es una de las lesiones más complicadas de superar sobre todo por los corredores y se puede necesitar hasta un año sin correr para conseguir superarla. Por eso hay que extremar las precauciones para evitarla y justo ahora en el comienzo del verano es uno de los momentos más delicados.
Y la razón no es precisamente la carga de entrenamientos, que cuando llega el mes de julio solemos todos rebajarla habitualmente, sino el cambio de calzado. Llega el verano, la piscina, la playa, el calor…y entran en nuestro modo de vida las chanclas. Mucho cuidado con introducirlas de golpe y de forma intensa como hacen algunas personas que pasan de golpe del calzado normal a ir en chanclas todo el día.
Como avisa el Colegio Profesional de Podología de la Comunidad de Madrid se produce un cambio en la altura de nuestro calzado que provoca que los músculos que intervienen cuando caminamos cambian de posición. Esto podría ser el origen de la temida fascitis plantar. El cambio a laas chanclas de un dia para otro provocaría esta dolencia en el tejido fibroso de la fascia plantar. Y no sólo esto: además de las fascitis, podrían verse afectrados los músculos de la parte posterior del pie y de la pierna, como el talón de Aquiles, una de las zonas que más tensiones soporta cuando corremos y este combinado al uso de las chanclas podria provocar tendinitis.
Las recomendaciones que nos marca el Colegio Profesional de Podología de la Comunidad de Madrid es que hagamos este cambio de calzado veraniego de una forma progresiva, que nos debemos un tiempo para una adaptación gradual a las chanclas. En las primeras semanas no deberíamos pasar con las chanclas para que el pie pueda hacer una adaptación al cambio de altura del calzado.