Pues así estamos. Queriendo cerrar nuestros centros por seguridad y evitar contagios pero no nos dejan. Que nosotros los fisioterapeutas podemos ejercer nuestra profesión «a la distancia de 1 metro».
Lo que hay que ver…
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Centros de atención privada piden al Gobierno que se les “obligue” a cerrar
Han creado una red de apoyo que arrancó en Almería y cuenta con representación en toda España
Centros sanitarios de atención privada que van desde fisioterapeutas, psicólogos, podólogos, logopedas, terapeutas ocupacionales a centros multidisciplinares se han sumado a una red de apoyo a través de la cual solicitan al Gobierno de la nación que se les “obligue” al cierre ante la imposibilidad que tienen de garantizar la atención a sus usuarios guardando las medidas de seguridad y que ya, les ha obligado a cerrar sus puertas “sin contar con ningún respaldo”.
Explica Lidia Parra, fisioterapeuta propietaria de un centro asistencial, que esta iniciativa “nació a través de un grupo entre tres o cuatro clínicas de Almería en el que pensamos en elaborar un documento para exponer la situación. Se decidió abrirlo a los colegios profesionales para que incluyeran a gente que estuviera afectada” y lo que nació como algo eminentemente almeriense, fue creciendo hasta “contar con profesionales del País Vasco, La Rioja, Lleida, Valencia, Ciudad Real, todas las provincias andaluzas… y hemos decidido realizar un vídeo en el que mostramos la situación en la que nos encontramos”.
Estos profesionales explican que hay consultas que no se pueden prestar con garantías y ponen como ejemplo una logopeda que no puede tocar ni tocarse la boca, o un fisioterapeuta no puede estar a más de un metro de distancia de su paciente. Además, con respecto a la posibilidad de realizar terapias de forma virtual, tal y como dice Parra, “no se puede pagar por una consulta a una persona que cuenta con distrofia muscular o con parálisis cerebral si, ni ellos pueden desplazarse al centro con la seguridad que requiere para su salud, ni nosotros podemos ir a su vivienda sin que haya riesgo”.
Por todo ello, reclaman estos centros sanitarios de atención privada el ser incluidos dentro del decreto y que se les obligue al cierre de unos centros, que “en su mayoría ha cerrado por su responsabilidad, pero que ahora no saben qué hacer”. Solo en lo que se refiere a centros de atención en Almería ascienden a más de 200 los centros que se encuentran afectados y que van desde multidisciplinares como Interactúa, InPaula o Neuroal en la capital a fisioterapeutas como Almería Centro, Fisiomar o las clínicas Tarso, a muchos autónomos que se encuentran en la misma situación.
Los centros de salud estética también se están sumando a esta iniciativa puesta en marcha por sanitarios privados.
Ante la situación en la que se encuentran y la posibilidad de que el tiempo en el que tengan que permanecer cerrados se alargue, siempre de la mano de los diferentes colegios profesionales involucrados, reclaman medidas al Gobierno central.