Tabla de Contenidos
TRATAMIENTO DE FISIOTERAPIA PARA LA HERNIA DISCAL
El dolor de espalda es un problema muy frecuente que afecta hasta el 80% de los adultos en algún momento de su vida.
Una de las causas más importantes del dolor son las hernias discales lumbares mecánicas, cuyo síntoma principal es la presencia de dolor tipo lumbalgia aguda o crónica, acompañada o no de dolor radicular.
Las hernias lumbares son las más frecuentes, en el 90% de los casos afectan a L4-L5 o L5-S1. Los humanos, debido a la postura bípeda, soportan una mayor carga en el sistema de soporte de la columna vertebral y sus estructuras, por ello son más propensos a este tipo de lesiones.
Es un trastorno frecuente que causa invalidez en la población laboral con edades entre los 30 y 50 años.
Síntomas de la hernia discal
La hernia discal puede producirse en la parte inferior o media de la espalda y en el cuello, es decir; se localiza en distintos niveles vertebrales que se lesionan, (dorsal, lumbar y cervical). Los síntomas de una hernia discal según la zona son:
Parte inferior de la espalda:
- Dolor que se extiende a las nalgas, piernas y pies; conocido como ciática y puede ir acompañado de dolor de espalda.
- Entumecimiento en miembros inferiores.
- Debilidad muscular.
Parte media de la espalda:
- Dolor en la parte inferior y superior de la espalda, abdomen y piernas.
- Debilidad o entumecimiento de una o las dos piernas.
- Dolor que empeora cuando el paciente tose, ríe, o hace esfuerzos.
- Los síntomas de una hernia discal en la zona media de la espalda suelen ser imprecisos.
Cervical:
- Dolor en el omóplato y alrededores.
- Dolor que se extiende al hombro, brazo y a los lados del cuello, este dolor puede aumentar cuando el paciente gira o tuerza el cuello.
- Dolor de cuello, especialmente en la parte posterior y en los lados del cuello.
- Espasmos en los músculos del cuello.
Causas de la hernia discal
Diversos factores pueden conllevar al desgaste de tejido que recubre al disco intervertebral, por ejemplo, una lesión o traumatismo puede desgarrar un disco y hacer que el mismo sobresalga de su posición anatómica. Además, los factores asociados al envejecimiento pueden fomentar la pérdida de elasticidad. Las causas de la vulnerabilidad del tejido que recubre a los discos son muy variadas, sin embargo, las más destacables son:
- Desgaste asociado a la edad.
- Debilidad o disfunción ligamentaria o muscular. Las mujeres embarazadas corren el riesgo de sufrir hernias de disco porque los cambios hormonales provocan la laxitud de los ligamentos y es posible que los músculos de soporte no sean lo suficientemente fuertes para soportar el peso del bebé, que aumenta cada mes.
- Movimientos inadecuados o de torsión del cuerpo al levantar objetos pesados.
- Levantamiento incorrecto de objetos pesados. La hernia de disco lumbar es más común en ocupaciones que requieren levantar objetos pesados
- Tener sobrepeso u obesidad, al ser más pesado, el disco tiene que amortiguar más peso.
- Lesiones por accidentes.
- Tener un estilo de vida sedentario también puede conducir a músculos centrales débiles que hacen poco para proteger el disco de hernias.
¿En qué momento debo buscar a un profesional?
Un diagnóstico temprano puede mejorar muchísimo el pronóstico de la situación. Asistir a un médico o fisioterapeuta en cuanto se sienta un dolor que supera lo que tu propio organismo pueda soportar es imprescindible. Los síntomas más comunes son: Dolores en la espalda (en cualquier ubicación), dificultad para realizar movimientos, dificultad para caminar o correr, entumecimiento de la espalda o las extremidades (como pueden ser los brazos o el pie).
Tratamiento fisioterapéutico de la hernia discal
La fisioterapia cumple un rol fundamental dentro del tratamiento del paciente con hernia discal. Incluso, su eficacia podría ser un factor determinante entre la realización de la intervención quirúrgica o no. Es por esto que la fisioterapia resulta tan importante ante estos casos. A continuación, hablaremos un poco acerca del tratamiento a emplear en casos de hernias discales.
Es importante tomar en cuenta que antes de iniciar cualquier tipo de tratamiento fisioterapéutico es necesario realizar una evaluación física del paciente, que permita discernir cuáles son los aspectos primordiales propios a tratar en cada individuo con hernia discal. De igual forma, resaltar que dependiendo del segmento en el que se encuentre la hernia discal, ciertos aspectos del tratamiento variarán. De momento, hablaremos de forma general acerca del tratamiento fisioterapéutico de las hernias discales:
- Termoterapia: la aplicación de la termoterapia la aplicaremos, ya que nos permitirá obtener la relajación de la musculatura implicada o afectada por la hernia discal y además nos ayudará a conseguir alivio del dolor.
- Aplicación de electroterapia analgésica: Aparatos como ultrasonido, corriente galvánica, TENS y láser pueden ser utilizados como antiinflamatorios que ayuden a aliviar los síntomas, reduciendo el dolor y las molestias en la columna.
- Masoterapia: es importante realizar masajes descontracturantes en los músculos afectados con la finalidad de disminuir la tensión y las cargas en dicha musculatura.
- Tracciones vertebrales: esta es una de las herramientas de la fisioterapia que nos permite ganar un poco más de espacio entre las vértebras y de esta manera, quitar un poco de la tensión que permite que el núcleo pulso presione el anillo fibroso o incluso, que pase a través de él.
- Estiramientos musculares: los estiramientos musculares son imprescindibles ante la presencia de hernias discales, ya que con ellos ayudamos a liberar la tensión en los músculos provocada de manera natural y refleja ante la presencia de las hernias discales.
- Inhibición de puntos gatillo: como consecuencia de las contracturas musculares, es posible que ocurra la activación de ciertos puntos gatillos, en estos casos, será muy importante inhibirlos para aliviar el dolor del paciente.
- Hidroterapia: realizar los ejercicios del paciente en el agua resulta muy beneficioso en casos de hernias discales, ya que nos permite eliminar el peso de la gravedad, lo que disminuye el dolor y facilita la fluidez y eficacia de los movimientos, favoreciendo la realización de los ejercicios.
- Ejercicio físico personalizado: es importante mantener la actividad y movilidad del paciente, sin embargo, es importante que los ejercicios estén destinados a cubrir las necesidades propias de cada paciente y además respeten los límites que generan las hernias discales.
- Fortalecimiento muscular: es de gran importancia que se trabaje la fuerza muscular, ya que debido a que, debido a la compresión nerviosa, es frecuente que la musculatura afectada en muchas ocasiones presente debilidad. Asimismo, es importante resaltar que el trabajo muscular del “CORE” (musculatura del tronco, suelo pélvico y diafragma) resulta fundamental en el tratamiento de hernias discales, puesto que es necesario mantener nuestro centro de gravedad fortalecido y equilibrado, con la finalidad no solo de rehabilitar la hernia tratada, sino de prevenir recaídas o que se genere una nueva hernia discal.
- Por último y no menos importante, se debe de realizar un programa de reeducación postural, en donde el paciente aprenda y concientice la manera más adecuada de realizar diversos movimientos y ejercicios frecuentes en su vida cotidiana, con la finalidad de evitar caer nuevamente en el padecimiento de la hernia, así como de prevenir la formación de una nueva.
PARA QUÉ SIRVE Y QUE ENFERMEDADES TRATA: LA CÁMARA HIPERBÁRICA
¡Nunca es tarde en hacer desaparecer un dolor!