TRATAMIENTO DE LA MENISCOPATÍA

La meniscopatía es una condición que afecta a los meniscos, estructuras cartilaginosas fundamentales en la articulación de la rodilla. Estas lesiones pueden ser dolorosas y limitantes, afectando la calidad de vida de quienes las padecen. Afortunadamente, existen medidas que podemos tomar para prevenir su aparición y deterioro. En este artículo, exploraremos estrategias clave para cuidar nuestros meniscos y mantener una salud articular óptima.

Las lesiones meniscales, en general, presentan un pronóstico favorable con la implementación de un tratamiento fisioterapéutico adecuado. Este enfoque permite la mitigación completa de la sintomatología, excepto en aquellos casos donde la rotura reviste una mayor complejidad, pudiendo requerir una intervención médica.

Nuestro abordaje terapéutico integra la fisioterapia y la osteopatía, mediante las cuales se realiza un ajuste articular y se trabaja la musculatura comprometida.

Adicionalmente, empleamos técnicas como la neuromodulación, un procedimiento mínimamente invasivo guiado por ecografía en el que, a través de una aguja de reducido calibre, se estimula el nervio afectado con el objetivo de restaurar su potencial de activación y funcionalidad. También recurrimos a la electrólisis percutánea intratisular ecoguiada, que consiste en la aplicación de una corriente continua al tejido afectado mediante una aguja, con el propósito de neuromodular el dolor y generar una hiperemia (incremento del flujo sanguíneo) que facilite el aporte de nutrientes y la eliminación de desechos metabólicos.

Resulta crucial, asimismo, la implementación de un programa de control motor que incluya ejercicios de reeducación específicamente diseñados para cada paciente, los cuales se llevan a cabo en nuestra unidad de readaptación.

Contamos, además, con tecnologías que pueden complementar el trabajo manual, como el láser súper pulsado de alta potencia, un haz luminoso que promueve el metabolismo tisular y mejora la circulación, optimizando así el aporte de nutrientes y reduciendo la inflamación; y las ondas de choque, ondas sonoras que, al producir el efecto de cavitación en el tejido, favorecen los procesos de regeneración y eliminan las fibras nerviosas tipo C, responsables de la transmisión del dolor.

Finalmente, disponemos de la tecnología de vanguardia para el tratamiento de patologías degenerativas del cartílago: la Resonancia Magnética Terapéutica MBST. Esta tecnología libera energía a las células mediante la creación de un campo magnético que estimula las células del tejido dañado, logrando una mejoría significativa gracias al aumento en la calidad del tejido óseo y del cartílago de las rodillas.

El Papel del Ejercicio en la Salud Articular

El ejercicio regular, especialmente el entrenamiento de fuerza de piernas, desempeña un papel crucial en la prevención de la meniscopatía. Fortalecer los músculos que rodean la rodilla ayuda a distribuir la carga de manera más eficiente, reduciendo la tensión sobre los meniscos.

Control del Peso Corporal

Mantener un peso corporal saludable es esencial para proteger nuestras articulaciones. El exceso de peso ejerce una presión adicional sobre los meniscos, aumentando el riesgo de lesiones y desgaste.

Nutrición y Salud del Cartílago

Una dieta equilibrada y rica en nutrientes específicos puede contribuir a la salud del cartílago. Alimentos ricos en omega-3, vitamina C, azufre, lisina y aminoácidos son beneficiosos para mantener la integridad de los meniscos.

Ejercicio Regular

Incorporar ejercicios de fortalecimiento de piernas en nuestra rutina semanal es fundamental. Actividades como sentadillas, estocadas y ejercicios con bandas elásticas pueden ser de gran ayuda.

Control del Peso

Si tenemos sobrepeso, es importante tomar medidas para alcanzar un peso saludable. Esto puede lograrse a través de una combinación de dieta equilibrada y ejercicio regular.

Alimentación Consciente

Incluir en nuestra dieta alimentos ricos en nutrientes clave para la salud del cartílago es una estrategia preventiva efectiva. Pescados grasos, frutas cítricas, huevos y legumbres son excelentes opciones.