TRATAMIENTO DE LA TENDINOSIS DE RODILLA

La tendinosis de rodilla es una condición degenerativa que afecta a los tendones que rodean la articulación de la rodilla. Los tendones son estructuras fibrosas que conectan los músculos a los huesos, permitiendo el movimiento.

Cuando estos tendones se someten a estrés repetitivo o sobrecarga, pueden desarrollar microdesgarros que, con el tiempo, conducen a la degeneración del tejido tendinoso.

Esta degeneración se conoce como tendinosis.

La tendinosis de rodilla puede ser causada por una variedad de factores, incluyendo:

Sobreuso: La repetición constante de movimientos que ejercen presión sobre los tendones de la rodilla, como correr, saltar o practicar deportes de impacto, puede aumentar el riesgo de desarrollar tendinosis.
Edad: A medida que envejecemos, nuestros tendones pierden elasticidad y se vuelven más susceptibles a lesiones y degeneración.
Lesiones previas: Lesiones anteriores en la rodilla, como esguinces o desgarros de ligamentos, pueden debilitar los tendones y aumentar el riesgo de tendinosis.
Mala alineación de la rodilla: Problemas biomecánicos, como la desalineación de la rodilla o la debilidad muscular, pueden aumentar la tensión en los tendones y contribuir al desarrollo de tendinosis.
Enfermedades inflamatorias: Algunas enfermedades inflamatorias, como la artritis reumatoide, pueden afectar los tendones y aumentar el riesgo de tendinosis.

El tratamiento de la tendinosis de rodilla se enfoca en aliviar el dolor, reducir la inflamación y promover la curación del tejido tendinoso. Algunas de las opciones de tratamiento más comunes incluyen:

Tratamiento Conservador

Reposo: Evitar actividades que ejerzan presión sobre la rodilla puede ayudar a reducir la inflamación y permitir que los tendones descansen y se curen.
Aplicación de hielo: Aplicar hielo en la zona afectada varias veces al día puede ayudar a reducir la inflamación y el dolor.
Compresión: El uso de una venda elástica o rodillera puede ayudar a reducir la inflamación y proporcionar soporte a la rodilla.
Elevación: Elevar la pierna afectada por encima del nivel del corazón puede ayudar a reducir la inflamación. Medicamentos: Los analgésicos de venta libre o los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) pueden ayudar a aliviar el dolor y la inflamación.
Fisioterapia: Un fisioterapeuta puede diseñar un programa de ejercicios específicos para fortalecer los músculos de la rodilla, mejorar la flexibilidad y promover la curación de los tendones.

Tratamiento Avanzado

Terapia de ondas de choque: Esta terapia utiliza ondas de sonido de alta energía para estimular la curación del tejido tendinoso.

La prevención de la tendinosis de rodilla implica adoptar hábitos saludables y tomar medidas para proteger las articulaciones. Algunas recomendaciones incluyen:

Calentamiento y estiramiento: Antes de realizar cualquier actividad física, es importante calentar los músculos y estirar los tendones para prepararlos para el ejercicio y reducir el riesgo de lesiones.
Fortalecimiento muscular: Fortalecer los músculos que rodean la rodilla puede ayudar a proporcionar soporte a la articulación y reducir la tensión en los tendones.
Uso adecuado de la técnica: Asegurarse de utilizar la técnica adecuada al realizar actividades físicas puede ayudar a prevenir lesiones y sobrecarga en los tendones.
Escuchar al cuerpo: Si experimenta dolor o molestias en la rodilla, es importante descansar y evitar actividades que puedan agravar la condición.
Control de peso: Mantener un peso saludable puede ayudar a reducir la tensión en las articulaciones y disminuir el riesgo de lesiones.