TRATAMIENTO DE LA TORTÍCOLIS CONGÉNITA

La tortícolis congénita, una afección que se manifiesta en los primeros días de vida, representa una alteración en la biomecánica cervical del neonato. Caracterizada por la contractura o acortamiento involuntario del músculo esternocleidomastoideo, y en ocasiones de otros músculos cervicales adyacentes, esta patología fuerza una postura anormal de la cabeza, inclinada hacia un lado con rotación contralateral del cuello.

Aunque su etiología permanece en debate, se postulan factores prenatales como la malposición intrauterina o traumatismos durante el parto, así como alteraciones vasculares del músculo. La presentación clínica es variable, desde casos leves con mínima inclinación cefálica hasta presentaciones severas con marcada deformidad y restricción del rango de movimiento. La palpación de un nódulo fibroso dentro del músculo afectado, aunque no siempre presente, puede ser un signo revelador.

La detección temprana es crucial. Padres y profesionales de la salud deben estar atentos a signos como la preferencia postural de la cabeza, asimetrías faciales o dificultades en la lactancia. Un diagnóstico preciso, respaldado por examen físico y estudios de imagen si es necesario, guiará el manejo terapéutico.

El tratamiento conservador, basado en fisioterapia y ejercicios de estiramiento, suele ser efectivo en la mayoría de los casos, especialmente si se inicia precozmente. La intervención quirúrgica se reserva para casos refractarios o con deformidades severas.

La tortícolis congénita, aunque potencialmente limitante, no es una sentencia. Con un abordaje oportuno y multidisciplinario, la gran mayoría de los bebés logran superar esta condición y alcanzar un desarrollo motor normal. La clave reside en la vigilancia constante y la intervención temprana, pilares fundamentales para garantizar un futuro sin limitaciones para estos pequeños pacientes.

La tortícolis congénita, esa incómoda inclinación de la cabeza del bebé, no es un obstáculo insalvable. En nuestra clínica, abordamos esta condición con un enfoque integral y personalizado que combina la eficacia de la osteopatía pediátrica con la sutileza de la terapia manual pediátrica integrativa (TMPI).

No nos limitamos a tratar el síntoma, sino que buscamos la raíz del problema. Nuestros expertos evalúan cada caso con meticulosidad, descartando cualquier complicación asociada, como la displasia de cadera o la plagiocefalia. Contamos con tecnología de vanguardia, incluyendo ecógrafos de alta definición, que nos permiten visualizar el músculo afectado con precisión milimétrica.

Pero nuestro compromiso va más allá de la consulta. Empoderamos a los padres con recomendaciones claras y prácticas para continuar el tratamiento en casa, convirtiéndolos en actores clave en la recuperación de su hijo. Nuestro objetivo es claro: devolver al bebé la libertad de movimiento y la sonrisa que merece.

La tortícolis congénita puede ser un desafío, pero con el enfoque adecuado, es un desafío superable. En nuestra clínica, no solo tratamos la tortícolis, restauramos la armonía y el bienestar del bebé.

La lesión del músculo suele deberse a una mala postura del feto dentro del útero de la madre o por un parto difícil.