Madre que semana nos espera. Y como es noticia el calorín que está pegando, pues a ver si con algún truco lo podemos sobrellevar(aunque sea a base de efecto placebo).
Llega el verano,y con él días de calor desmesurado y lo que es peor, vueltas y vueltas en la cama sin poder conciliar el sueño. Esta es una de la escenas que más se repiten en verano cuando el calor aprieta sin piedad y se hace imposible pegar ojo si no contamos con un aire acondicionado.
Afortunadamente, existen maneras para conseguir enfriarse y mantenerse más fresquito, por lo menos para poder conciliar esas horas de sueño tan necesarias, después de una larga jornada. Hoy os traemos unos trucos caseros para dormir cuando hace mucho calor.
Y es que una mala calidad del sueño nos puede influir y provocar alteraciones en nuestro estado de ánimo y nuestra irritabilidad, pudiendo afectar a nuestra capacidad para conseguir concentrarnos y en nuestro rendimiento laboral.
Por todos estos motivos, hoy os traemos estos trucos super sencillos a tener en cuenta para conseguirlo. No te va a costar nada ponerlos en práctica y tu cuerpo te lo agradecerá.Tomad nota!
Tabla de Contenidos
Mantén el calor fuera de tu habitación
El aire acondicionado es la gran solución para mantener una temperatura perfecta y deseada en toda la casa, pero no todos tenemos la suerte de poder contar con ello. No te preocupes, puedes tener tus propios trucos para conseguirlo.
Si tenemos un ventilador en casa, una buena idea es encenderlo en dirección a las ventanas, que es por donde se cuela el aire caliente, además para un mayor efecto podemos colocar delante del ventilador un bol con hielos o agua helada para que sea todavía más efectivo.
En días que son extremadamente calurosos, se recomienda mojar una sábana y colgarla humedecida «a modo de cortina» por dentro de la ventana. De ese modo, impediremos que parte del calor que se filtra a través de ella, no acceda al interior, ya aunque tengamos la ventana y la persiana cerrada, gran parte del calor consigue entrar y lo que nos interesa en intentar mantener la habitación fresca.
Darse una ducha de agua tibia antes de acostarse
Al contrario de lo que suele pensarse, la ducha de agua fría no es la solución. Un buen consejo es darse esa ducha, pero no con agua fría, sino con agua tibia.
Según sostiene el Instituto Biológico de la Salud, «el agua fría genera una reactivación del organismo y aumenta el gasto energético, que te lleva a sentir más calor que si se tratase de una ducha tibia».
Toma una cena ligera y fresca
La mejor opción de cena antes de dormir es una liviana y fresca. Las comidas más pesadas y calientes, obligan al cuerpo a generar más calor para digerirlas. Es ideal tomar ensaladas, gazpachos o yogures.
También es una buena opción incorporar alimentos como el arroz en nuestras ensaladas. El arroz contiene melatonina, una hormona que el cuerpo utiliza como inducidor del sueño y que puede ser una ventaja extra a la hora de conciliar el sueño.
Refresca tu almohada
Una almohada fría nos ayuda a reducir la temperatura del cuerpo y hacernos sentir más cómodo. Además es un truco que nos ayudará a evitar las migrañas y dolores de cabeza que muchas personas presentan debido al calor.
Para enfriar tu almohada puedes utilizar un paquete fresco, como los que solemos tener en el congelador para aplicarnos cuando «nos ponemos hielo» e introducirlo dentro de la funda de la almohada. Si no tenemos un paquete frío, existen mascaras oculares que también contienen paquete frío a base de perlas especiales de refrigeración.
Utiliza un pijama húmedo o ligero
Puedes humedecer un poco tu pijama y echarte sobre una toalla para evitar mojar la cama, pero si te incomoda la sensación de acostarte con la ropa húmeda, también puedes mojar un trapo y colocártelo en la frente al acostarte.
Por supuesto, utiliza un pijama o una ropa fresca para dormir.